3.22.2006
Pablo Varela: ciudadano del mundo
Por
Lizeth GArcía Peña y Christian A. Castro
A cada cosa que hace, Pablo Varela le imprime siempre el entusiasmo y energía que merece cada proyecto. Así, ha emprendido una de las empresas más difíciles como el organizar y reunir a músicos de alto nivel en la Filarmónica Internacional de las Californias, dirigida por él. Como pocos, el joven tijuanense considera que el artista tiene un compromiso social, y es el de regresar su trabajo a las personas menos afortunadas como a los niños con capacidades diferentes, a las personas mayores, niños infractores, etcétera. A sus 33 años, Varela ya dirigió orquestas como la Sinfónica Nacional de México, la Orquesta Filarmónica de la UNAM, la Filarmónica Nacional de Venezuela, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, entre otras. Obtuvo el Diploma al Mérito en Composición; la Laurea en Dirección Orquestal en el Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán; también fue semifinalista del Premio Internacional de Dirección de Orquesta “Eduardo Mata 2003”.
¿Cómo fue que te decidiste a estudiar música y ser director de orquesta?
Empecé a estudiar música desde niño, pues mi familia es prácticamente de músicos, mis abuelos, tanto paternos como maternos fueron músicos, y mi papá también. Crecí en el ambiente musical, no sólo yo, sino también mi hermano. Obviamente cuando mis intereses musicales me llevaron a agotar todas las posibilidades que localmente se tenían en esa época, esto me obligó a buscar más allá, donde seguir perfeccionando mis estudios. Ese fue mi caso, yo llegué a un momento donde comprendí que la música para mi no es un hobby, yo necesitaba una escuela profesional para poder dedicarme a la música profesionalmente, entonces decidí, después de haber tenido algunas experiencias, ser director de orquesta y como no hay escuela de dirección en Tijuana, entonces me fui a la Ciudad de México. Luego me di cuenta que dirigir era lo último, que antes tenía que saber muchas cosas que no sabía. Conocí, en un curso en 1995, a Franco Donatoni, uno de los compositores más importantes de la música contemporánea en Italia. Me apasionó tanto la manera en que él enseñaba la composición, por lo que decidí irme a Italia. Me aceptó en su curso en la Academia Perosi en Biella. No pude haber caído en mejor lugar que Italia la cuna de la música y la cuna de la ópera. El músico en el momento que está en un ambiente que le permite desarrollarse musicalmente y formativamente, se convierte en alguien sin patria, el músico no tiene patria porque la música no tiene frontera. Entonces si en el lugar de origen no encuentras las posibilidades para profesionalizarte, entonces dices “ok” me voy. De alguna manera me siento de formación italiana, porque Italia me hizo lo que soy y me siento muy agradecido con Tijuana por dejarme ser parte de esta comunidad, entonces lo que yo siento es el compromiso de retribuir artísticamente la ciudad que me dio la vida.
¿Qué se siente ser portador de este lenguaje universal, de este legado cultural? me imagino que cambia la perspectiva respecto a la identidad, la cuestión del nacionalismo, ¿Cómo un director, que ya es un ciudadano del mundo, visualiza la cultura?
Uno no se da cuenta de que una habitación está viciada, el que viene de afuera lo percibe fácilmente, entras a una cocina donde hicieron quesadillas y los que están ahí ni huelen el queso. Yo creo que entre más un artista sea profesional y se expone al exterior, más reconoce su identidad, no la pierde. Lo que confundimos nosotros, en esos aires viciados, es precisamente que esa pasión por la tierra, el arraigo, es identidad y no es válido, es completamente falso y se convierte en una ceguera que cierra la mente, y se cree que defendiendo a capa y espada una postura bastante necia, se llega a algo, y no. En cambio cuando te liberas de todas las cadenas que son locales y nacionalistas, ves el arte, la sociedad y la cultura desde otro nivel, desde un nivel superior que no te hace una persona superior, sino con una visión más elevada con la cual tu puedes decir esto esta bien, esto esta mal. Sé cuando conviene interactuar con el medio y cuando está el agua turbia y ni caso que yo me meta porque no va a tener ninguna consecuencia. Eso a mi me ha servido mucho, yo cada vez me considero más tijuanense, y siento que entre más cosas logras fuera, más dignificas a tu ciudad, y de cierta forma le das otra cara. Que la ciudad en estos momentos está plagada y harta! del crimen es verdad, pero esto no nos tiene que impedir ver más allá. Entonces qué sucede, que la sociedad se está acostumbrando a vivir en un ambiente erróneo, que no es natural, las nuevas generaciones están dando por hecho y viendo con frialdad las muertes, los crímenes, los robos, los asaltos, las violaciones a la ley, eso no es natural. No es normal vivir en una sociedad en la que prevalece la delincuencia. El error está aquí, que cuando nosotros, los que estamos fuera de Tijuana vemos lo bueno y tratamos de promoverlo, eso localmente no se entiende aquí. En Europa no se dice “Tijuana la ciudad del narcotráfico”, no, se dice “Tijuana la ciudad que exporta artistas, la ciudad que está en la escena de la música electrónica”, entonces el que nosotros creamos que vivimos en una sociedad que no puede cambiar, lo creemos nosotros, porque estamos en el medio viciado, pero no es la realidad. Los artistas o las personas que estamos involucrados en la cultura no tenemos que quedarnos indiferentes a los trastornos sociales que se generan en nuestra comunidad.
¿Cómo desde el arte se puede intervenir para cambiar esta visión que tenemos de la ciudad?
Primero protestando, porque la protesta pacífica que se hace a través del arte, y no me refiero agarrar una pancarta y decir “estoy en contra...” es positiva. Que tu trabajo mismo no se contamine y que tengas una postura firme en cuanto la música que presentas, que lleve un mensaje más allá de divertir a la gente. Si logras esto ya estas ahí con una posición mucho más respetable que la de mero entretenimiento, porque para entretenerse mejor la gente va a buscar otra cosa. Siendo más profundos, se necesita ir hacia los sectores de responsabilidad cultural, que son los políticos, es decir, “felices serán las artes cuando los artistas juzguen de ellas”, decía un músico filósofo. Uno llega a las instituciones y generalmente te encuentras con gente que no es capaz, ni culta, que están en esos puestos de responsabilidad. Son puestos de compadrazgos, pero realmente las personas que están en la cultura no tienen un conocimiento total del arte, y por lo tanto, no pueden entender al artista cuando va a su oficina a pedir un apoyo. Entonces se torna difícil la producción artística...Se convierte en barreras a brincar, como las carreras de caballos con obstáculos...
¿Cómo se navega en ese ambiente?
Más bien no puedes navegar, tienes que renunciar, y al momento que tu renuncias concedes los fondos que te estaban destinados. Se tiene que empezar desde ahí, desde la personas que están en los cargos, deben ser más cultas, capaces de tomar voz por los artistas y llevar estas voces a las cámaras y a los congresos, porque si los artistas no tenemos un representante real que nos defienda, estos funcionarios seguirán siendo aliados de los que no quieren que los artistas se escuchen.
Pero ¿qué hacen los artistas para contrarrestar eso?
Se crean grupos alternativos, se empiezan a crear revistas independientes, con poco dinero o sin nada, y se empiezan a crear movimientos fantasmas que son muy potentes pero que en cierta forma son esporádicos o son efímeros porque no se les da el apoyo económico para que puedan continuar. Creo que a nivel nacional hay una gran desorganización, en donde la cultura ha caído en el último de los intereses. No se le ha apoyado al arte. En otros países la cultura forma parte de la vida, no está siquiera en discusión si se les aprueba el presupuesto a tres, cuatro o cinco grupos artísticos que conviven en la misma ciudad, se ve como una riqueza, una diversidad, en cambio aquí se ve como “no, aquí ya está esto, entonces no hace falta lo otro”, entonces la coexistencia no es posible, entonces se etiquetan las funciones de lo que es el arte y se frustran las inquietudes y posibles propuestas y aventuras de los artistas que están deseosos de promoverse, de hablar con la gente, de entrar en contacto. Hay un ejemplo maravilloso, que yo quiero adaptar a la realidad bajacaliforniana, es el que sucedió con la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela. ¿Qué sucedió?, que una persona de gran genio y visión, que fue ministro de cultura, el Dr. José Antonio Abreu (matemático, director de orquesta, organista, hombre de cultura) realizó un atento análisis de su contexto social y dio una respuesta al “Cómo puedo ayudar a cambiar y mejorar”. Designó a un grupo de maestros de la Orquesta Simón Bolívar, los diseminó a lo largo del territorio y empezaron a formar músicos, no abrieron una academia para que la gente fuera, ellos iban a las zonas menos afortunadas, la primera célula era de 11 niños hoy son 500 mil niños y ya hay tres orquestas importantísimas producto de este gran esfuerzo: la profesional “Simón Bolivar”, la Juvenil (una orquesta maravillosa!) y la infantil, además de alrededor de 20 orquestas por todo el país. Hace un par de años el primer contrabajista latinoamericano en entrar a la Filarmónica de Berlín fue un joven que salió de esas orquestas en donde en vez de darles un fúsil o convertirlos en mulas les dieron un violín, una flauta. Ahora hay una sobreproducción de músicos (nunca será dañino), bajó la delincuencia, ya son varias generaciones.
Viajaste a Venezuela, ¿Cómo fue la experiencia?
Me invitaron a dirigir dos programas con la Filarmónica Nacional de Venezuela, para conmemorar los 400 años del Don Quijote. Yo no puedo deslindar la literatura o las artes de mi quehacer, yo fui como embajador cultural de la música mexicana en Venezuela. Hay una ley reciente que llaman el “Uno por uno”, que por una pieza europea también se presente una pieza latinoamericana, pero una obra latinoamericana de trascendencia, entonces yo dirigí una obra, que a mi me gusta mucho, de un compositor venezolano, Antonio Estévez, y dirigí dos obras de Silvestre Revueltas. El teatro es el museo de la música, es la galería del sonido, pero a veces el arte también lo vives en la calle, caminas por la Ciudad de México y ves los murales, te das cuenta que la cultura está ahí, entonces cómo hacer llegar la música a todos. Por ejemplo, hay gente que no puede ir al teatro, hay gente que esta ávida de un contacto humano y no se les ha dado. La terapia musical la empecé a trabajar con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, que me pedía concierto didácticos, (siempre he creído que los conciertos didácticos como se les entiende generalmente son muy aburridos) sin embargo con estos maravillosos músicos nos acercamos a niños de capacidades diferentes, a las casas hogar, a las correccionales. Cuando fui a Venezuela, yo pedí hacer eso, y tuvo tanto éxito que tuve que extender la terapia, y ahora me piden que regrese a Caracas para implementar el programa y sea permanente, y me da una gran satisfacción, porque el músico moderno no es un entretenedor, debemos de cumplir con una función transformadora que ayude a cambiar para bien la sociedad.
¿Crees que las autoridades sean accesibles a la hora de proponerles el proyecto sobre formar músicos? ¿realmente les interesará?
No sé. He ido, no una, ni dos, ni tres, sino en muchas ocasiones a hablar con políticos en turno, con algunos me ha ido bien, con otros no me ha ido bien, pero los políticos van y vienen. Hay gente que tiende a prometer mucho durante las campañas y cuando están en el poder se olvidan de todo. Es una cuestión de vocación como en todo: el verdadero político no cambia su visión cuando está o no está en el poder. El proyecto que yo quiero desarrollar, va más allá de la política. Con y sin la ayuda política, es algo que quisiera realizar, porque deseo beneficios para la sociedad bajacaliforniana y no se centra en proponérselo a determinado partido o gobierno en turno. Tienes que buscar alianzas y acuerdos para que las condiciones se den, pero definitivamente es más poderosa la necesidad de interactuar con la sociedad que ir a hacer citas. Ahora, para poder desarrollar un proyecto de esa naturaleza como en Venezuela, se necesita gente que haya salido de esa experiencia y me gustaría invitar al primer núcleo de músicos para que iniciaran ese proyecto aquí, porque ellos salieron de esa realidad, y van a saber cómo interactuar, cómo desarrollarlo y cómo llevarlo. Es un reto para el cual se necesita de asesoría y en eso me estoy concentrando. Es algo que podría trascender. A mi me gustaría ver una realidad así para Tijuana. Yo empecé con la Filarmónica Internacional de las Californias que no ha fructificado como se espera, por razones económicas, no por razones artísticas. Es un proyecto caro, es un proyecto que necesita apoyo.
¿Cómo se puede desarrollar una comunidad a partir de la cultura y no de la economía? ¿Sería algo parecido lo que tu propones?
La cultura se ve muy rara en ciertos ambientes. ¿Cuáles son la civilizaciones más ricas? No las que producen riqueza, sino las que provienen de una fuente culturalmente rica. Es la cultura la que genera riqueza, y no viceversa, si no, Estados Unidos sería el país más culto del mundo. Es una potencia económica, pero a nivel cultural no lo es. Por su parte Berlín que quedó destrozado después de la Segunda Guerra Mundial, por qué se levantó y sigue siendo la capital cultural de Europa? Por el arraigo cultural que tiene. Yo siento que a veces se desvirtúa lo que es la riqueza por la riqueza misma , y el hacer más dinero y empresas, al final es crecimiento económico de escasa sustancia cultural, que no ayuda en nada al desarrollo integral de una comunidad. Si se parte desde una perspectiva cultural, se enriquece a la sociedad para que esta adquiera conciencia y desarrolle sus capacidades y potenciales, y cuando llegue el momento de tomar decisiones tenga opciones. Ves a los estudiantes de 20 años que no saben a qué se van a dedicar y se meten a carreras que tienen mayor demanda porque se cree que van a ganar más dinero pero...y la vocación?A Tijuana se le ha calificado como la capital de la televisión ¿Cómo se podría generar otra imagen, desde la visión de un músico y de un artista, otro modelo? ¿Cómo se puede empujar desde la música?Tenemos varias televisoras, pero dime qué televisora realiza un programa cultural serio en Tijuana, serio, no espectáculos, no cultura y espectáculos. Un programa que difunda el arte y cree conciencia. Dime en qué periódico hay crítica, no estamos hablando de reseñas después de un concierto, sino crítica que hable de la interpretación y del valor que pudo haber tenido una obra al haberse presentado. Yo creo que sí se puede, que los editores de los medios empiecen a incluir en su plantilla a críticos. Puede ser que una persona inteligente haga un programa, pero va a tener que conseguir patrocinadores, y como no hay interés no le van a apoyar, y volvemos a los mismo, se vuelven “underground” o se van hacer cápsulas que van a durar dos meses y ya no hay para más. Existen emisoras de Radio como XLNC1, Radio Tecnológico o Estéreo Frontera, pero de las comerciales no hay ninguna que arriesgue.En las secundarias mexicanas existe la educación artística...!!!educación artística!!!....
Próximamente se vienen algunas reformas ¿Crees se que ha avanzado? Desafortunadamente por la condiciones en las que se ve al músico, el músico no ha tenido la posibilidad de profesionalizarse. Te voy a poner el ejemplo de Italia, porque es ahí donde existe un ejemplo muy interesante, existe un bachillerato musical, o ya desde la secundaria empiezan con una educación artística, te quitan todas las materias que no te sirven y te enfocan a la música o al arte. Ya desde que estás en la secundaria empiezas a cargarte por la rama que tu quieres elegir. A lo que voy es a lo siguiente, si tu vas a la secundaria o a la preparatoria en México te vas a encontrar que el profesor no es músico, sino que aprendió más o menos a tocar un instrumento y como no hay una capacitación real, ni un interés por parte de la institución que contrata por revisar los estudios del profesor ni la calidad, pues te encuentras con personas que no están al 100% preparadas, que nada más van a llenar un espacio para que el niño aprenda a tocar un instrumento y se convierte en hobby.
¿Qué le diría Pablo Varela a los jóvenes que quieren buscar en la música una opción de vida?
Que no se echen para atrás en sus ideales, porque tener una ideología es ya tener gran parte del camino andado. Soliciten los apoyos que se ponen a disposición de los artistas - porque los hay - el gobierno destina una gran cantidad de recursos para la cultura. Que ese dinero llegue a los artistas!!! Para que estos puedan formarse y desarrollarse. Y que cuando llegue el momento salgan a profesionalizarse. En Tijuana aún estamos lejos de una formalización profesional de los estudios musicales.
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