Las autoridades de Guatemala ordenaron un fuerte despliegue militar para dar con los responsables de la masacre de 27 campesinos ocurrida en la madrugada de este domingo en la localidad de Petén (norte), ubicada en el departamento fronterizo con México, cuya autoría se atribuye al grupo de narcotraficantes denominado Z -200, brazo armado del cartel mexicano los Zetas, según revelan las investigaciones preliminares del Ministerio Público.
El colaborador de teleSUR en el país centroamericano, Mario Rosales, precisó que aunque no hay detenciones, las autoridades desplegaron un fuerte contingente militar para resguardar a los habitantes de la región y “evitar que el grupo que cometió la masacre huya de Petén”.
Informó además que el grupo armado dio muerte a 27 campesinos al no encontrar al dueño de la finca “Los Cocos”, propiedad de Otto Salgueiro, quien presuntamente está “ligado al narcotráfico”.
En este sentido, Rosales añadió que precisamente este viernes fueron encontrados los cuerpos de los familiares de Salgueiro, quienes también murieron a manos del grupo Z- 200 tras ser secuestrados, según indican las primeras investigaciones.
“Este grupo armado llego la madrugada del domingo preguntando por Otto Salgueiro y al no estar decapitaron a los 27 trabajadores. En una de las paredes de la casa el grupo armado dejó escrito con sangre 'esto mismo te sucederá`”, reiteró el corresponsal de teleSUR.
Los jornaleros fallecidos en la peor masacre ocurrida en la historia de Guatemala, se encontraban trabajando en la finca “Los Cocos”, por tres meses, y provenían del departamento de Izabal (norte).
Rosales aseguró que un sólo campesino se salvó de la masacre porque el grupo armado lo envió a cuidar a los niños que se encontraban en la hacienda para el momento del crimen. “Los niños que presenciaron el hecho están en resguardo de la policía civil”, indicó.
La finca “Los Cocos” se encuentra ubicada en el municipio La Libertad, en un lugar “bastante alejado”.
Las autoridades buscan alguna vinculación con el asesinato, el pasado sábado, de Valdemar León, uno de los narcotraficantes más buscados de Guatemala y de su hermano, asesinado por los Zetas, en 2008, según confirmó el periodista Mario Rosales.
Los 27 cuerpos, entre ellos los de dos mujeres, fueron hallados el domingo en San Andrés, departamento de Petén, 500 km al norte de la capital, a donde fueron enviados cuatro equipos de investigación y una unidad de las Fuerzas Especiales de Policía a buscar pistas y tratar de encontrar a los homicidas.
Los Zetas, cuyas redes se extienden del sur de Estados Unidos a Centroamérica, es un grupo creado por militares mexicanos que desertaron para unirse al cartel del Golfo, al que ahora se enfrentan.
Para financiar esa disputa recurren al secuestro de inmigrantes y otros delitos. El cartel opera en la región del norte de Guatemala, en los departamentos de Petén y Alta Verapaz. En este último el gobierno declaró un estado de excepción en Navidad, que rigió un mes, ante la inseguridad causada por los narcos.
Su feudo es en el noreste de México, donde habrían secuestrado varios autobuses y asesinado al menos a 183 personas halladas en abril en San Fernando, un poblado del estado de Tamaulipas.
En agosto del año pasado Los Zetas fueron responsabilizados de la masacre de 72 inmigrantes de El Salvador, Guatemala, Honduras, Ecuador y Brasil en un rancho de San Fernando, cuando iban hacia Estados Unidos.
Esta es la matanza con mayor número de víctimas registrada en los últimos años en Guatemala, que tiene uno de los mayores índices de homicidios en América Latina, un promedio de 18 al día. Los crímenes son atribuidos principalmente a las bandas de narcos y a las temidas pandillas o 'maras'.
