Rosalía Vergara
Tomado de Proceso
Con el periodista Carlos Puig como moderador, durante una hora los tres aspirantes al gobierno mexiquense abordaron temas como seguridad y democracia, estado de derecho, justicia, derechos humanos, transparencia y rendición de cuentas.
Sin embargo, el formato elaborado por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) debió ser modificado sobre la marcha, pues impedía críticas y respuestas de los candidatos.
En dos ocasiones, cuando sus oponentes hicieron alusiones personales, como su cercanía con Andrés Manuel López Obrador, el aspirante del PRD Alejandro Encinas reviró al candidato del PRI Eruviel Ávila, al traer a colación una declaración del priista cuando era diputado estatal, en que éste alabó al exgobernador priista Arturo Montiel Rojas para que siguiera “iluminándolos” con su presencia.Y al panista Luis Felipe Bravo Mena, el perredista le recitó una declaración del fundador del PAN, Manuel Clohutier, “quien tanta falta le hace a Acción Nacional”.
Las propuestas no difirieron a las hechas en campaña, pero el primer ataque en el debate lo lanzó Bravo Mena, cuando acusó a Encinas de proteger a un “narcodiputado”: Julio César Godoy Toscano, esconderlo dentro de su camioneta y meterlo a escondidas en la Cámara de Diputados, justo cuando el candidato perredista coordinaba a la fracción de su partido en San Lázaro.
Encinas respondió: “Me encanta esta forma de debatir”.
Bravo Mena acusó a Encinas de ser “un hombre que sigue las instrucciones de López Obrador”, a lo que el aludido respondió:
“No voy a renegar” del excandidato presidencial, a quien consideró su amigo y compañero de un movimiento y un proyecto de izquierda.
Y aquí Encinas le recordó a Bravo Mena –con documentos en mano— sus supuestos vínculos con Guillermo Velasco Arzac, alias Tito o Jenofonte, así como con la organización secreta de ultraderecha llamada El Yunque, hecho que el panista descalificó y consideró “una historia que inventa cualquiera”.
Conforme transcurría el debate, los ataques subieron de tono. Desde acusar al priista Eruviel de que como alcalde de Ecatepec incumplió su promesa de dotar de agua a los habitantes, hasta sus vínculos con el exgobernador Arturo Montiel Rojas.
En su defensa, el priista retó a sus contrincantes a presentar su declaración patrimonial y someterse al antidoping. Sin embargo, Encinas fue más allá y les pidió mostrar en ese momento sus cuentas bancarias porque, dijo, “el mejor antidoping es la chequera. ¿Por qué no comparamos las cuentas de banco de los tres?”, soltó el perredista.
Entonces Eruviel lanzó una propuesta de participación ciudadana y una reforma a la ley reglamentaria para aplicar el referéndum y la aplicación de audiencias públicas.
El panista Bravo Mena le reviró que primero se debe terminar con los espacios antidemocráticos en la toma de decisiones, para luego tildar a Encinas de “antidemócrata”, pues “no respeta a las instituciones”.
En cuanto a democracia, Encinas y Bravo Mena dijeron que no puede existir en un estado con altos niveles de pobreza y marginación, porque –argumentó el perredista-- no se puede hablar de democracia en una entidad con una profunda desigualdad social y creciente pobreza y marginación, que tienen a la entidad sumida en la desigualdad desde hace 82 años de gobiernos priistas.
Luego complementó el panista: "Estoy comprometido con la lucha por la democracia en el Estado de México, se tienen que equilibrar las condiciones sociales, pero también abrir espacios para que la gente participe directamente en la toma de decisiones".
Más adelante, los tres aspirantes coincidieron en que crear la Policía Única no debe conllevar la supresión de las policías municipales.
Bravo Mena habló de un “modelo mixto con una policía municipal bien capacitada”. Encinas se pronunció por un mando único coordinado por los ayuntamientos.
Luego el panista y el perredista aprovecharon el bloque de debate para acusar al gobierno de Enrique Peña Nieto de acarrear a policías estatales a los actos proselitistas de Eruviel. Incluso Bravo Mena mostró fotografías que demostraban los señalamientos.
“¿Cómo se puede hablar de congruencia? ¿Cómo decir que esto se va a limpiar? Las patrullas de la ASE llevan gente a los mítines”, inquirió el panista.
En respuesta, Eruviel pidió a sus oponentes presentar denuncias, aunque advirtió que el país necesita unidad para enfrentar el flagelo de la delincuencia.
“Necesitamos en México cerrar filas en contra de la delincuencia. Luis Felipe, Alejandro, hay que entender que nosotros no somos los enemigos. Los enemigos son los delincuentes, a ellos debemos combatir. Por eso vengo a hacer propuestas específicas en materia de seguridad”, comentó el priista.
Encinas reviró diciendo que el problema de la inseguridad no se resolverá mandando a los policías estatales a los mítines de políticos.
Y en materia de seguridad pública, el perredista comparó los resultados del gobierno mexiquense con los del gobierno capitalino, principalmente en los robos con violencia. Mostró gráficas y datos duros.
Puso como ejemplo el municipio de Ecatepec, donde cada día son hurtados 18 vehículos diarios, una cifra mayor a la que registra la capital del país.
“Si no hay una limpia en el gobierno, jamás vamos a tener cuerpos policiales que actúen con honestidad”, advirtió Encinas, quien además recordó el caso de San Salvador Atenco, en 2004, cuando unos 3 mil policías reprimieron a los habitantes de ese municipio, luego de un enfrentamiento entre floreros y uniformados municipales, conflicto en el que dos jóvenes perdieron la vida.
Luego Bravo Mena rechazó las descalificaciones entre aspirantes, pero abrió el ataque al decir que en la entidad que gobernó Encinas, la Ciudad de México, se ubica en primer lugar en violación a menores.
“Más que echar culpas, yo los invito a aprovechar estos minutos para proponer acciones”, indicó el panista, pero en la primera oportunidad dijo que el “jefe” de Encinas era López Obrador.
En un principio, el priista Eruviel Avila sostuvo que respondería a los ataques con propuestas, pero ante el embate de Encinas, casi al terminar el acto, mostró una nota periodística en la que se calificaba a al perredista como el “peor jefe de gobierno” del Distrito Federal.
Eruviel Avila cuestionó a Encinas por no mostrar cambios en su declaración patrimonial, a lo que el perredista respondió que si no ha cambiado es porque no tiene nuevas propiedades.