Publicado en Entre Líneas, num. 5
Por David Bautista Toledo
Dentro de cada sistema social existen diversas rutas y vías mediante las cuales viaja el conocimiento. La educación es una de las estrategias de cohesión sociocultural con mayor rango y espacio para la distribución del conocimiento. Es, de hecho, la institución legitimada para tal fin. La conducta de los ciudadanos depende paralelamente de una buena socialización, de una óptima clasificación y repartición del conocimiento. Una sociedad funcional requiere que el conocimiento se distribuya a velocidades y ritmos constantes, pero que también sea expansivo el movimiento; esto es, generar mecanismos que posibiliten la tarea de democratizar el acceso al conocimiento. Desafortunadamente los espacios por los que transitamos en el contexto social están determinados por el poder adquisitivo; quienes poseen mayor riqueza poseen también de más libertades para el movimiento y recorrer con mayor facilidad los mapas y geografías urbanas; quienes carecen del factor económico ven reducidos los espacios y las facilidades para transitar por las diversas rutas que conforman el esquema social. Es así como la educación reparte inequitativamente el conocimiento. No todas las partes del sistema social tienen la oportunidad de penetrar el espacio institucional educativo. Si a esto le aunamos la condición parcial de la práctica educativa la perspectiva se nos presenta con amplios márgenes de complejidad: dentro de las prácticas pedagógicas en las instituciones educativas el conocimiento que se aprehende está filtrado por distintos dispositivos organizacionales y administrativos que regulan el contenido de información necesaria para cumplir las finalidades funcionales social e institucionalmente. Dicho de otra forma: la educación no enseña todo ni es para todos.Es por ello que se requieren de nuevas formas y métodos para diseñar estrategias más incluyentes y participativas en la construcción de conocimiento, con el propósito de configurar nuevas oportunidades y posibilidades de transformación social. La educación edifica y construye certezas, su responsabilidad social y cultural es la de proveer estabilidad y equilibrio para el funcionamiento adecuado del sistema social. La preocupación reside cuando dejan de cuestionarse la finalidad y la naturaleza del conocimiento ofrecido. Una sociedad que deja de cuestionarse a sí misma tiene poca posibilidad para optar y decidir las nuevas realidades que se gestan en la potencialidad del presente. La educación reduce la complejidad y construye un mundo de muchos posibles, quizás deberíamos comenzar por enseñar y comunicar que desde lo social el orden es una ilusión…
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